martes, 18 de junio de 2013

Caiste en sus garras


    Uno de mis gatitos se llevó la vida de un pequeño pájaro que pretendió salir del nido en el momento más inoportuno errando su intento y cayendo así en lo que sería su punto y final. Él le quitó la vida, a cambio yo le ofrezco esta otra:
 
    Son más temibles las garras de la muerte que las de un gato pero en este caso resultaron ser sinónimas. No creo en el cielo, pero hoy concebiré uno para ti.
    Adornado con ríos y una variedad incontable de árboles frutales se abre paso el cielo de los pájaros, sin jaulas, sin límites, extensas praderas verdes adornadas eventualmente con el multicolor reflejo de huertos desamparados sin su habitual y aterrador guardián de apariencia humanoide. Fuentes naturales, plantas sin pinchos. Muy al fondo, donde los ojos casi no alcanzan a ver desde las puertas principales, se alza un gran árbol tan alto como un edificio de treinta pisos. Allí, a las 6 de la tarde, todas las aves se reúnen para tomar té ecológico de tomate y orquídeas. Una vez acomodados escucharán con atención la experiencia en la tierra de cada uno de sus compañeros, esperando con impaciencia que les llegue su turno. Puede que la tuya fuera breve pero no por ello tienes menos que contar.
    Se que ahora estás ahí, volando sobre el cielo que en vida no pudiste tocar

martes, 11 de junio de 2013

Dormida

Se ha quedado dormida,
belleza de azúcar y miel,
mientras su pelo conserva
rasgos de margarita
ha florecido algodón en su piel.

Se ha quedado dormida,
no verá más amanecer,
sin palabras su boca fina,
nunca te dejé de querer.

Se ha quedado dormida,
solo dormida...
descansa en paz mi flor marchita.